Con las tijeras te de-forman la parte superior de
tu cuerpo. Un disgusto total para la re-presentación
social. Luego por debajo de la puerta te susurra la Ley:
-orden de arresto- . Eres un alcohólico. Disgusto
consecutivo para asociarte con el exterior. Resultado:
Quedarse arrinconádo en el escritorio de la casa
reprimiendo toda voluntad y deseo de salir ¿a dónde?
al mundo.
Hola,
ResponderEliminarHurgueteando por Internet encontré tu Blog…
Los textos, las citaciones, las imágenes, la música. Todo un minucioso y profundo corcoveo que se revela ante la absurdidad y pasividad de lo establecido. Saludos…
Helena Blau
Hola Helena,
ResponderEliminargracias por lo dicho;
espero seguir siendo
de agrado para ti
siempre; y de des-
agrado, de vez en
cuando, o si se prefiere,
nunca.
Abrazos.
Patricio.
…muy de vez en cuanto :)
ResponderEliminar(que el cambio nos hace ver y valorar)