domingo, 27 de enero de 2013

re-encuentro.

Lo inesperado, lo que incomoda y el cambio. Las resoluciones de las andanzas, de las preguntas respondidas por los pasos. El enfrentamiento a la pasada identificación, a la recomposición de la unidad fragmentada, separada, desprendida. Un nuevo proceso de reconocimiento, la lucha permanente de nuestra nueva identidad, el retorno del nosotros. Continúa la dinámica. Sí, sigue, avanza, arraigando y desarraigando, demoliendo y construyendo: riendo para llorar. Pero las miradas continúan con sus deseos  insoportables, desesperantes. Punzan. La intranquilidad del espíritu-su sed de abismo y desaparición- limita con esta nueva transformación, devenir inmanente. Este lo engulle y lo libera para sí mismo, porque no es si no para sí mismo que la negación de la identificación emerge como producto necesario y vital para las resoluciones de las andanzas. El amor es una monstruosidad, ángel y demonio. Extra-ordinario. Las agujas diabólica que renacen en lucidez. Mientras los deseos personifican la caótica contradicción de nuestros espíritus, de las miradas, del cuerpo y la compenetración rítmica de los corazones, la idea vaga de la presencia, de tu presencia, devendrá inevitablemente en afirmación, propuesta, vale decir, esperanza hecha experiencia y viceversa. 

martes, 15 de enero de 2013

mujer

Podríamos arriesgarnos a decir que la mujer como ser social es la negación del absolutismo ideológico del hombre. Es el enfrentar el mundo masculino como su negación, donde esta no se presente como lo natural, lo inconsciente, sino que es presentada como una negación histórica, realmente construida, conformada, compuesta y devenida en conciencia. Lograda esta lucidez, que no tiene otra fuente de alimentación que la experiencia, la práctica, es que el hombre y la mujer, y más urgente el hombre, abren la posibilidad de cambiar el rumbo de las acciones, de no seguir reproduciendo la realidad androcéntrica , dichosamente aceptada. Es girar hacia el rumbo de la síntesis, de la unidad entre hombres y mujeres, a su reconocimiento mutuo, autorealización compartida.

lunes, 14 de enero de 2013

El amor.

"El momento primero en el amor consiste en que no querría ser una persona que gozara de independencia y en que, si lo fuere, me consideraría defectuoso o incompleto. El segundo momento, en que me recobro a mí mismo en otra persona, en que adquiero validez en ella, como ella en mí. El amor es, por tanto, la más monstruosa contradicción, que el entendimiento no puede resolver, ya que no existe nada más duro que esta puntualidad de la autoconciencia, que es negada y que yo debo, sin embargo, acoger como afirmativa. El amor es el alumbramiento y la resolución de la contradicción, todo a un tiempo; y es, en cuanto resolución de ella, la unidad moral"

Hegel.

El espíritu.

"La vida del espíritu no es la vida que se asusta de la muerte y se mantiene pura de toda devastación, sino la vida soporta la muerte y sabe mantenerse indemne en ella. El espíritu sólo adquiere su verdad en cuanto se encuentra a sí mismo en el desagarramiento absoluto...Sólo es este poder en cuanto saber mirar la cara a lo negativo y detenerse en ello. Esta estancia es la fuerza mágica que transforma lo negativo en el ser"


Hegel.