martes, 23 de octubre de 2012

recto

La ideología masculina penetra en lo más oculto de los deseos de la mujer, de verse acompañada, amparada y protegida por un tiempo en que ella y él se creen lo suficientemente preparados para construir una vida en pareja. La convicción, seguridad y rigidez de las decisiones del hombre actúan como fetiches sexuales y amorosos para el mundo femenino, depositando en él toda la debilidad reprimida de la mujer, sublimándola con pasos seguros y fuertes en el devenir de su vida aún no completamente trabajada.

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