lunes, 6 de enero de 2014

Por un acto de libertad

Por favor, necesito escribir un rato, un poco. ¡Oh, quehaceres vanos, desaten mis manos y pónganlas en libertad, ya! ¿Cuánto podrá soportar el espíritu su encierro y silencio? Las manos, los dedos y la escritura devienen, devienen. Devienen como acto histórico de liberación. Lanzan al espíritu volar como un pájaro eufórico y bestial. ¡Misterioso! Y mientras el viento se confunde con el despliegue del espíritu, las palabras estallan como la única necesidad de conmocionar la pasión de un viaje hacia la libertad.   

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